A cualquiera de nosotros nos preocupa en todas nuestras actuaciones el detalle, hay profesiones y actividades donde el detalle es sumamente importante, la suma de ellos forma el todo y es importante cuidarlo y adaptarlo al resultado.
El detalle de nuestra vida no coincide con la vanidad de los políticos ni se manifiesta cada cuatro años, el detalle de nuestra vida es el día a día, con las miserias, aciertos, alegrías, tristezas y con los avatares y problemas que levantarse conlleva. De la actividad política, de nuestros gestores públicos, es razonable esperar algo más y exigirles su presencia en momentos donde su intervención es aconsejable y necesaria. Gestionar el presupuesto con su parte de gasto e inversión no es tarea difícil, las prioridades están marcadas muy claramente, lo contrario que el compromiso político, en las pautas de convivencia queda poco por inventar y se ha optado por reglamentar y prohibir... Lo que les falta a los políticos es compromiso con su gente, cercanía, hoy los medios se hacían eco de una noticia absurda, que produce escalofríos ya que pone de manifiesto la indefensión del ciudadano ante los atropellos, un edificio se estaba demoliendo con varios pensionistas en su interior, todo un detalle de la sociedad especulativa, acoso, mobbing, cabronada, se puede ir subiendo el tono del enfado, pero el resultado sería el mismo.
No se quien dijo que existe un teléfono para denunciar el mobbing y no se que zarandajas más, también se jactan del cuidado a la tercera edad, pero cuando hace falta dar la cara por los ciudadanos los políticos están de campaña o tienen la agenda muy llena de excusas adecuadas. El detalle también es necesario en la política.
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