lunes, 21 de abril de 2008

Dale fuerte que a mi no me duele

sistema bancario Cuando vemos a una persona herida, ¿que hacemos?; si nos cruzamos con una persona necesitada o débil ¿como actuamos?.  ¿Le echamos sal en las heridas o nos aprovechamos del momento de debilidad? No creo que nadie normal se atreva en contestar afirmativamente, se ha de ser un macho cabrio o un hijo de su madre, para aprovecharse de la situación extrema del prójimo.  De hecho esta mal visto socialmente, incluso existe sanción ante la denegación expresa de auxilio.  Esto es así en la vida civil.

Sin embargo todo cambia cuando se trata de dinero y los actores son los protagonistas del sistema capitalista de mercado: los bancos y hacienda.

Cuando cualquiera de estos dos actores entra en escena, todo vale, en el caso de las entidades financieras casi todo esta permitido, y hacer leña del árbol caído es lo habitual, cuando las cosas te vienen mal dadas, la función del banco es estrujarte hasta la ultima gota, con usura, sin piedad y con el beneplácito de todos y la complicidad de los otros.  Y lo bien vistos que están.

El otro gran actor es Hacienda, su sistema recaudatorio no contempla piedad, cuando no puedes pagar o cometes un error lo pagas con los intereses y una sanción.  Sin piedad.  Puedes terciar pero necesitas un mediador,  y pero si las cosas te van mal ¿de que estamos hablando?

Estamos hablando de los pobres, y los pobres ¿a quien les importan? mientras exista clase media acomodada.

El dinero es alcalde y juez muy alabado,
es muy buen consejero y sutil abogado,
alguacil y merino, enérgico, esforzado;
de todos los oficios es gran apoderado.

Juan Ruiz, Arcipreste de Hita, Libro de buen amor.

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