martes, 18 de diciembre de 2007

80 km de hipocresía

Cuando estoy en la carretera atrapado en un marasmo de coches, cientos de coches, echando humo sin cesar, parados, a 0 km hora, intentando llegar a casa o al trabajo, o a donde cada uno quiera o pretenda llegar, me viene a la mente la hipocresía de limitar la velocidad a 80km en el área metropolitana de Barcelona, ¿alguna vez la hemos tenido?, es parecido a si quisieran limitar el uso de las luces largas, es que se pueden usar en el área metropolitana mas de 2 segundos escasos.
Es hipócrita a la vez que absurdo limitar la velocidad a 80 para evitar la polución y los atascos, las rondas tienen esa prohibición y es el lugar donde más accidentes hay y por ende embotellamientos y por ende polución.
No es más ecológico solucionar los atascos de los miles de coches diarios en franjas horarias de tres horas, no es más sincero y más efectivo evitar que millones de toneladas de gases se viertan por el tubo de escape por el hecho de estar parados horas y horas cada día. ¿Que solución es prohibir? o ¿multar?
Gobernar o cuidar de la cosa pública no es apretar el corsé al ciudadano un poquito más cada día, no es considerarnos de entrada culpables, me fastidia mucho tener que demostrar continuamente que la condición de delicuente no es sinonimo de la de ciudadano, que soy prudente en la carretera, que mi coche no es un peligro para mi familia, aún sin pasar la tomadura de pelo que es la ITV, que no fumo, que no bebo, que no paso de 20km aunque se me cale el coche, que soporto con estoicismo que los ayuntamientos que fastidien la suspensión del coche en colaboración con 3M, y un sin fin de cosas más, que todos soportamos y olvidamos una vez que conseguimos llegar al sofá y arrebatar el mando de la tele.
Hasta que el cuerpo aguante.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

¿La vivienda en la bolsa o en el suelo?

Hemos llegado al fin, y ello a pesar de las múltiples advertencias y un sin fin de indicadores que lo presagiaban, la burbuja inmobiliaria ha pinchado, de los indicadores, el mas importante no parte de estudios ni estadísticas de esos que los lobbys del sector encargan a precios desorbitados y emplean a forma de santo santorun en conferencias y ruedas de prensa, no, el indicador más fiable en estos casos es el sentido común y la razón, la realidad que muerde de forma fría y contundente a todos los ciudadanos que por necesidad han tenido que ir al mercado inmobiliario.
Quiero dejar claro que antes de comenzar laimportancia de los conceptos, el concepto utilizado y dirigido es un arma de manipulación tremendamente efectivo, y confunden cuando se mezclan de forma erronea en mercados de primera necesidad como el de la vivienda, una necesidad que viene reconocida en nuestra constitución y que de hecho tiene un ministerio cuyas funciones son un misterio. Los conceptos son importantes y delimitan perfectamente el tema, en el sector de la vivienda solo hay dos agentes inversores, el promotor como empresario que corre un riesgo, y el comprador final, pero solo el comprador que le dará el uso que tiene: el de vivienda. El comprador de viviendas para alquiler lo dejaremos de momento en el limbo. Hay otro tipo de compradores que son puramente especuladores en un mercado de primera necesidad, alguien se imagina tolerable especular con el agua o el aire, o la educación, se imaginan especular con la sanidad, del mismo modo me resulta inaceptable especular con la vivienda y llamarlo con el beneplácito de todos inversión. Confundir los términos es confundir la esencia del problema.
Otro error es intentar calar el mensaje de que hay crisis, nada más erróneo, y menos en el sector de la vivienda, cuya necesidad no ha mermado sino que crece, la necesidad de vivienda es acuciante. Lo que el mercado ha determinado que debe llegar a su fin son los precios, al menos la escalada aberrante a la que nos tenia acostumbrados, los especuladores y los empresarios de dinero fácil han tensado tanto la cuerda -con el beneplácito de las administraciones- que la cuerda se ha roto.
La situación por tanto es una oferta a unos precios desorbitados y unos compradores que no pueden comprar, pero que están ahí, quien ya ha desaparecido es el especulador, ocupado en estos momentos en vender todas las viviendas que retiro del mercado a unos buenos precios y que tras la maduración ha multiplicado por 5 o más.
El mercado en estas situaciones tiene un elemento corrector claro, los precios hay que adaptarlos a los costes, como en cualquier industria, teniendo en cuenta el precio final que el mercado esta dispuesto a pagar. Tratándose de vivienda este proceso hay que hacerlo con exquisitez y respeto al derecho básico que supone disponer de una vivienda. Todo lo demás es puro atraco y desmán, en un sector que como industria es fundamental para cualquier país.

lunes, 10 de diciembre de 2007

Sexualmente

Acabo de leer Sexualmente el libro de Nuria Roca, me parece excelente, hacia tiempo que no caia en mis manos un libro tan entretenido, ameno y divertido, teniendo en cuenta que narra historias de sexo.

Trata las historias breves de un modo desenfadado y en primera persona, lo que añade un morbo tremendo a todas las páginas, dada la popularidad y el atractivo de la autora.

Todas las historias suceden de forma natural y en todas ellas aparecen elementos cotidianos y amigables, la tia, la amiga, el amigo, la soledad, los miedos, los michelines...

Sexualmente es un libro de historias de sexo de la "a" a la "z", que recomiendo para pasar un poco de la seriedad y los malos rollos que nos encontramos cada día en el mundanal.

domingo, 9 de diciembre de 2007

Vasos comunicantes

La sociedad actual gracias al avance tecnológico y a la globalización ha hecho suya la propiedad de los vasos comunicantes lo que hace de cualquier acontecimiento, ventaja social o avance tecnológico se conozca y propague en todos los estratos sociales de forma inmediata, el mercado y la globalización se encarga de que todos podamos obtener e igualarnos, a pesar de las fuerzas en sentido contrario que surgen en defensa de privilegios y status fuertemente establecidos y esto se produce en ámbitos territoriales y sociales concretos y extensos.

El vehículo como elemento de transporte, de una forma u otra, esta al alcance de todos, lo que diferencia el status individual es cuanto te has gastado por disfrutar de la misma utilidad, pero luego hay elementos que vuelven a igualar, como son los atascos en las ciudades, que lo sufren todos los vehiculos sin consideración de status ya que no disponen de un carril individual, otra factor que iguala son las normas comunes.

A nivel transnacional lo mismo sucede con el fenómeno de la inmigración, es un fenómeno con una solución difícil, los vasos comunicantes hacen su trabajo, y cuando surge una necesidad siempre hay “emprendedores” que de ello hacen su negocio ya sea legal o ilegal, y mientras los políticos se dedican a hacer política el fenómeno se agudiza y las soluciones se retrasan.

Actuar en el origen es quizás la solución más efectiva y real, potenciar el desarrollo de estos países tanto económico como formativo generaría la suficiente riqueza para no necesitar abandonar el país, siempre y cuando las rigideces geográficas lo permiten.

Pero el desarrollo de los países no capitalistas tiene una consecuencia también real y que afecta a la escasez de los recursos naturales.

El desarrollo en el sentido capitalista del termino significa pura y duramente consumo y consumo, el consumo es el motor del capitalismo, por tanto cuando un país como china se sube al carro del capitalismo y sus calles se inundan de coches y sus campos se urbanizan, aumenta la demanda de petróleo, la del cobre…etc. y los mercados de materias primas son escasos y son lo que son y acusan inmediatamente el tirón, las consecuencias son subidas considerables que al final repercuten en los bolsillos y en las economías más maduras, produciendo un efecto boomerang en cuanto a los beneficios y los efectos perniciosos, esto sin añadir el efecto global del calentamiento del planeta.
El desarrollo de las economías ha de ser equilibrado de forma racional, de otro modo la propiedad de los vasos comunicantes se impondrá de forma dramática.