sábado, 27 de octubre de 2012

La flojera política

bostezosEl otro día un pescador comentaba que sucedían cosas extrañas, encontrar gambas fuera de temporada donde debía encontrarse sardinas, también sucede con el clima y como si formara parte de un todo universal, el contagio de lo “raro” se ha instalado en la especie humana, y con saña en las clases dirigentes y poderosas.  La enfermedad de lo extraño nos ha contagiado y ha mutado en estupidez y falta de criterio, es el mal del lelo, en palabras de la calle del “gilipollas”.  Es sumamente difícil mantenerse al margen de esta epidemia, es un doble esfuerzo, la de evitar el contagio y la de aguantar a los cada vez más numerosos contagiados.

¿ En que fase del contagio o de inmunidad estamos cada uno de nosotros?  Difícil determinar, porque el primer síntoma es la negación de la gilipollez, el gilipollas no sabe que los es.  Es condición necesaria.

Sea como sea y para que no sirva de guía, pongamos un ejemplo, usted (mejor que yo) se queda sin trabajo y como consecuencia le aqueja aquello de “al perro flaco todo son pulgas”, pues bien ante ese panorama, dos opciones nada fáciles, una por desgracia muy común: depresión y lamentos y otra, rebeldía y trabajo, cosa muy complicada cuando se vive en precario y acosado por la miseria. Usted no esta contaminado, pero es culpable de su propia desgracia, ello según la doctrina al uso y la decencia política revisada y vigente.  Una situación que forma parte de lo “raro”.

Otro ejemplo, Maragall en su efímera etapa de “President”  socialista, dio inicio a la aventura más “rara” de los últimos tiempos para Catalunya, a continuación, la mediocridad y flojera insoportable del señor Montilla la ha continuado y superado dándole tintes suicidas y mas “raros” aún, y eso gusto tanto, o es tal la ignorancia del votante que le dieron las riendas a los verdaderos nacionalistas para continuar y culminar si ello era posible, por lo visto lo es,  la “rara aventura”.  Aquí existe contaminación en estado puro, pero al ser la tendencia de moda y bien vista, incluso políticamente correcta, lo raro pasa a ser normal.  Sin ser lo correcto.

La aceptación por una mayoría de un régimen o de unas premisas, más aún, un comportamiento determinado por mucho que sea asimilado y tutelado, no implica que sea correcto, el régimen nazi que fue aceptado, idolatrado, protegido e impuesto, no fue correcto, y fue evidenciado por sus acciones, sus motivaciones y la verdad de sus atrocidades.  El nacionalismo inventado es “raro”, pero supone un buen refugio cuando tenemos un vacío de ideas y de soluciones a nuestro acontecer social. A Cataluña le sobran zánganos políticos, burócratas ilustrados, chorizos institucionales y grasa en muchas de sus instituciones y le falta la libertad o libertades suficientes, quizás también el dinero, para poder acometer con coraje la salida de esta brutal crisis.  La Autonomía en vez de crear un sistema diferenciado y ágil ha generado una bestia con un corsé que impide cualquier movimiento fuera del identitario. Pero ya veremos.  Por supuesto aquí existe contagio.  En estos tiempos no hay ninguna institución incluida la municipal, cercana al ciudadano, conocedora de sus problemas y comprometida a resolverlos.  La única cuestión importante y a la que se dedican todos los esfuerzos es a dotar de movimiento a la descomunal e inútil maquina  de la burocracia que poco a poco nos engulle y de la que sus cuidadores se sienten orgullosos.  Me gustaría ver a algún alcalde, tan cercanos, según ellos, comprometido con los problemas de sus ciudadanos, por ejemplo con los desahucios, con las preferentes o simplemente llamando la atención a sus partidos, en vez de convertirse en señores de su feudo.

No hay comentarios: