domingo, 23 de agosto de 2009

Los mundos de Jauja

mundoideal

Cuando se suelta una opinión inevitablemente se esta empapando de nuestra visión del mundo y esta es una u otra en función de la atalaya dónde estemos situados.  Los mensajes son diferentes,  suelen llevar además alguna dosis de mentira y engaño.

Los mundos donde nos movemos tienen las mismas características de mentira y engaño, y por ello,  resulta difícil tomar una decisión en el cielo para llevar a cabo en la tierra.  Definir una clase de parados desde el 1 de agosto para recibir una ayuda, es una decisión “rara”.  El paro es una situación entera, sin divagaciones, negra, y sin tintes grises.  El paro sin subsidio es una aberración.  Desde otro estrato social –otro mundo, quizás el cielo-  lo cataloguen como un castigo merecido a la pereza.  Es el primer problema a solucionar en este país, por justicia, por dignidad y sobre todo por decencia política.  Hay que dejar  a un lado problemas menores, aunque tengan mucho calado en el mundo de Jauja de algunos políticos y bajar al mundo real.

Hace ya meses que la situación económica y laboral esta bajo mínimos y como sucedía con la muerte anunciada del ladrillo, nadie mueve un dedo ni hacia arriba ni hacia abajo, mucho palo de ciego y muchos errores, y sobre todo como sucedió antes MUCHA COMPLICIDAD y mucho silencio, disimulo e indiferencia en definitiva.

Fuera de las grandes empresas que se rigen por otros sistemas y fuera de la empresa pública y del funcionariado, la vida y el mundo no tienen nada que ver con Jauja.

La única solución al paro es crear empleo real, empleo con capacidad de genera riqueza, empleo productivo, esta capacidad solo la tienen las empresas y la iniciativa que surge de ellas.  Por tanto es la empresa, o debiera ser, la gran protagonista en los próximos meses.  Pero LA PEQUEÑA Y PEQUEÑITA, la mediana y gran empresa han demostrado no disponer de capacidad suficiente si las condiciones favorables no se mantienen constantes, demasiado influenciadas por la filosofía bancaria.

Para que la pequeña y pequeñita empresa resuelvan el problema se les ha de tratar de otra manera y considerar una cuestión como un hecho muy importante:  del mismo modo que el sistema de ingresos y la capacidad de generarlos no son iguales no deben serlo los gravámenes que suponen los costos no productivos, normalmente de imposición administrativa.

Como he puesto de manifiesto en alguna ocasión las administraciones consideran al ciudadano “culpable” por ello se preocupan y nos ayudan a mejorar, el pequeño empresario tiene otra consideración más alejada de cualquier adjetivo, más impersonal, no tiene voz ni voto y no esta considerado como parte fundamental del sistema.  Es una especie de esclavo moderno.  Mucho trabajo y pocos derechos.  Que nadie se espante, como he dicho al principio hablamos del mundo real.

1 comentario:

Antonio P.B. dijo...

El estado de "jaque al pacto social" impide que PYMES y trabajadores puedan disfrutar de la lenta recuperación que se avecina. De un lado, la enorme cerradura bancaria al crédito y de otro, el encubierto "lock-out" de las grandes empresas impide la vuelta a la normalidad. Enhorabuena, por tus apreciaciones.