domingo, 9 de mayo de 2010

La autodestrucción frente a la razón y el sentido común

No parece que tengamos suficiente con la aniquilación de un sector fundamental de la economía de este país como es, o era la construcción, no parece que los 5 millones de parados como objetivo inmediato nos asuste, ni tampoco esa mano que sin disimulo se cuela en nuestros bolsillos diezmando nuestras economías en nombre del bien común y en favor de una administración que no sirve, que no funciona, administra mal y despilfarra  a manos llenas, en cuestiones suntuosas y sobre todo inventado burocracia.  Nada de esto nos asusta, ante este panorama los ibéricos nos desgarramos la camisa y presentamos el pecho descubierto al más puro estilo héroe de Cascorro,

cubo_rubikNuestros males actuales tienen su origen unos cuantos años atrás, son la consecuencia de una generación y una cultura  que tiene su arranque con los llamados yuppies, jóvenes sin experiencia pero con papeles que acreditan una formación elitista, por cara, y la pertenencia a un grupo que ha dirigido gran parte de la globalización sin el menor escrúpulo humanista, en los años 90, en algunos círculos se  les llamaba “mercenarios de la empresa”.  Los resultados de tanto despropósito se han hecho patentes con la situación actual.  Lo malo y posiblemente catastrófico sea que han tomado también los centros de poder político.  Hay una ingente cantidad de políticos yuppies o pijos, sin ningún tipo de bagaje real, totalmente aburridos e indecisos, reinventando el mundo, e invadiendo todos los espacios de nuestra vida, el mundo hace  miles de años que esta inventado.  ¿Quien habrá sido el listo que ha inventado las llamadas bandas reductoras?  Menudo ignorante.  O quien esta tan aburrido que pretende cerrar los chiringuitos de la playa o impedir los espetos en las barcas de las playas de Málaga, que vida más gris, que mente más retorcida, que pocas luces y que ganas de hacerse notar.

Volviendo al tema, padecemos las consecuencias de una falta de visión o de un apartar la vista de lo que sucedía con un sector fundamental para este país, lo importante era que todo el mundo ganaba dinero gracias a las hipotecas de unos pocos desgraciados. Falta de proyección y de miras.  Algunos pocos se cargaron el sector por la parte de la demanda a base de inflar la vaca.  Ahora esta sucediendo lo mismo, pero en sentido contrario, los mismos pocos, están cargándose el mercado en su origen, reventaron los precios de venta al alza y, ahora pretenden reventar los precios de producción a la baja.  LO IMPORTANTE ES MANTENER LOS MARGENES DE BENEFICIO, sin importar quien pierda en este juego.  Por supuesto perdemos todos.

Reventar los precios en la producción significa acelerar rupturas y tensionar la capacidad de atender pagos de aquellos que están al principio de la cadena.  Hay un dato fundamental que sale en las estadísticas junto al paro: la cantidad de empresas y autónomos que fraccionan el pago de impuestos como formula de financiación.  Una forma de sustituir la función del sistema financiero.

La situación no esta próxima a su solución, completar el cubo, supone tomar medidas muy diferentes a las actuales.  España, sus autonomías y sus ayuntamientos están enfrascados en regular cada vez más corto la actividad empresarial y la actividad ciudadana, en detrimento de la competitividad y la iniciativa, mientras tanto las oficinas con nombres rimbombantes y los departamentos no dejan de crecer, todos regulando y entorpeciendo un nicho de nuestra economía, creando tasas, impresos y obligaciones que den trabajo recursivo a ese tercio de masa trabajadora que depende del dinero publico.

Mientras no potenciemos la iniciativa privada en nuestra economía, estaremos potenciando una gran masa informe incapaz de reaccionar a la próxima envestida.

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